9 ene 2020 2 Min. de lectura
Por Juan Pablo Chiesa
El pasado 27 de diciembre, se efectivizó el pago del primer bono de $5.000 a los jubilados que perciben su jubilación hasta $19.068 y cuentan con un solo beneficio previsional.
Desde las 05 am del día, fueron incontables y abundantes las filas de jubilados ansiosos y esperanzados de percibir su cobro para poder terminar el año de la manera mas digna, luego de haber sido destruir su poder y capacidad de compra los últimos 24 meses.
No obstante, el agobiante calor del pasado viernes 27 de diciembre y la necesidad de contar con un incremento dinerario, dos entidades financieras, Banco Columbia y Banco Piano, le han robado el bono o la mayor parte del mismo por créditos con dichas entidades.
Estas entidades privadas, exentas de la órbita de control del BCRA, se aprovecharon de los jubilados y le han metido la mano de manera despótica y sin escrúpulos.
La mayoría de los jubilados que perciben sus haberes jubilatorios en el Banco Piano y en el Banco Columbia, han obtenido los últimos años, préstamos para hacerle frente a sus obligaciones cotidianas. Estos Préstamos, debitados mensualmente de sus haberes jubilatorios, no pueden ser debitados de pagos extras y/o aguinaldos de los haberes, no obstante, fueron debitados del Bono de manera inapropiada e ilegítima en desmedro de los abuelos.
En las últimas horas, muchos comentarios y testimonios al respecto, con un fuerte pedido de Ayuda y auxilio para que no suceda con la segunda cuota del Bono otorgado por el Anses.
“Ayuda la que sea necesaria, pero control por favor, estamos cansados de avivadas y los bancos son los peores”
“el bono no es haber, por ende, no lo pueden tocar”
“muchos bancos se apropiaron del Bono íntegro, realmente lo del banco son unos sinvergüenzas”
“en el banco Columbia el dia de pago no lo efectivizó manifestando su personal que no había ANSES depositado los fondos. Una persona se quejó y le abonaron. Una anciana salió llorando”
Estos son algunos de los testimonios y reclamos que llegan a diario para terminar con la pesadilla que han sufrido los jubilados que, no han podido disfrutar de su beneficio y que piden a gritos que no suceda nunca más.